Las dos ¿responsables? de la Educación en la Comunidad de Madrid: Esperanza Aguirre y Lucía Figar |
Pese a la apariencia de normalidad que Esperanza Aguirre quiere vender, el conflicto es un hecho en la Educación en la Comunidad de Madrid.
Todos sabemos que sólo hay un modo de reconducir una situación problemática: Diagnosticándola correctamente, reconociendo y corrigiendo errores y asumiendo responsabilidades.
Los madrileños, ya incluso sus propios votantes, saben que miente, que se ha enrocado en una posición de la que ni su propio partido sabe como salir.
Está claro que la huelga es el peor de los remedios en los conflictos laborales, pero es el único arma que deja desde su postura intransigente. Parece que no va a ceder, pero lo tendrá que hacer. Se ha equivocado al elegir adversarios.
Las dos ¿responsables? de la Educación en la Comunidad de Madrid (Esperanza Aguirre y Lucía Figar) eligieron reducir el número de docentes para empeorar el servicio público y provocar el éxodo de las familias a la concertada. Y, con toda probabilidad, creyeron que se enfrentarían únicamente a un grupo de interinos desorganizados y a unos sindicatos a los que han estado años desprestigiando y ninguneando para que la clase media los desprecie.
En su ignorancia de lo que es la Escuela Pública no sabían que somos una comunidad, con sectores diversos e intereses a veces encontrados, pero una comunidad con fines e intereses comunes. Y se ha visto que ante este ataque, nos sentimos agredidos todos a la vez.
Contra estos recortes han emitido comunicados los representantes de los docentes, a través de sus sindicatos y a través de las Asambleas de zona, las madres y padres, a través de la FAPA Giner de los Ríos y de las AMPAs de los centros, los alumnos y alumnas, por medio del Sindicato de Estudiantes y otras asociaciones...
El Partido Popular ha venido vendiendo a quien quería oírle que ellos eran los defensores de las familias y que con ellos se aseguraba la organización y se evitaba el desorden.
Pues han puesto en pié de guerra a las familias, a los alumnos, a los profesores y hasta a los equipos directivos.
La pregunta que una persona normal se puede hacer es... ¿Lo hacen con alguna intención o es que no saben?
La Escuela Pública es garantía de cohesión social, factor de reequilibrio en un mundo injusto, punto de partida de proyectos de vida y lugar común de la sociedad donde se adquieren conocimientos y se desarrollan habilidades sociales y afectos.
Por ello, ningún recorte en la Escuela Pública.
Y tendremos que seguir apoyando, como siempre, todas las movilizaciones que en este sentido se convoquen y quien quiera que se una a esta lucha, será bien venido. No nos van a sobrar manos.
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