domingo, 28 de octubre de 2012

ANPE y CSIF no secundarán la huelga general del 14N.




Estas dos organizaciones a mayor gloria del Partido Popular que se hacen llamar respectivamente sindicatos docente y de funcionarios al parecer no tienen motivos suficientes para secundar la huelga general del 14N.


¿Acaso les parece bien que reduzcan las plantillas, que nos recorten, que nos insulten, que nos roben la paga de navidad, que nos congelen el sueldo, que nos suban los impuestos, que nos descuenten la mitad del salario si enfermamos? 

¿Acaso justifican el deterioro que están sufriendo la Educación y los demás servicios públicos? ¿A qué esperan? ¿A que el rescate traiga despidos masivos de funcionarios? 


sábado, 27 de octubre de 2012

14 de Noviembre Huelga General. Sobran razones.


CSIF no apoya la convocatoria de huelga general




Como ya hicieran durante las movilizaciones y huelgas en defensa de la educación pública y contra el despido de profesorado interino el curso pasado, CSIF nacional declaró ayer en rueda de prensa su intención de no participar en la convocatoria de huelga general "por responsabilidad" y por considerar la huelga general del 14N una "huelga política".

Este autodenominado sindicato que dice representar a lo trabajadores de las administraciones públicas no entiende que los insultos, recorte de plantillas, deterioro de nuestras condiciones de trabajo y robo, sí, robo a mano armada de la paga de navidad (que no es extra, sino PARTE DE NUESTRO SUELDO) sean motivos suficientes para llamar a los trabajadores de la función pública a la Huelga General.

Si no lo hacen ellos lo haremos nosotros mismos: compañeros y compañeras, el 14N los trabajadores públicos tenemos la oportunidad de plantarnos ante una situación injusta y muy peligrosa que ha colocado a los servicios públicos en una situación límite y a sus trabajadores en la diana de unos recortes que son profundamente injustos y para los que exigimos soluciones alternativas. 

No somos los responsables de esta situación de crisis y no podemos plegarnos a que el pago de los intereses de una deuda ilegítima tengan prioridad sobre nuestros derechos laborales y servicios públicos, especialmente mientras los responsables de los bancos que todos estamos rescatando a base de recortes salariales y subidas de impuestos disfrutan de sus sueldos e indemnizaciones millonarias sin asumir responsabilidad jurídica ni penal alguna.


El 14 de noviembre muchos profesionales trabajadores del sector público secundaremos la Huelga General y cuando el rescate y el despido de funcionarios que con toda seguridad conllevará se produzca tendremos mucho que "agradecer" al pseudosindicato CSIF que en ningún momento representa los intereses de los trabajadores y que funciona como un instrumento más que el gobierno emplea contra nosotros.


Política no es la huelga, señores de CSIF, sino su voluntad de no secundarla por lealtad al gobierno del Partido Popular y como respaldo a sus recortes, medidas antisociales y ataques a los derechos de los trabajadores tanto del sector público como de todos los demás sectores.

Os esperamos en las próximas elecciones sindicales.


domingo, 21 de octubre de 2012

En defensa de la educación


Hay un discurso demagógico que se ha instaurado como verdad indiscutida: que la educación en España es de las peores del mundo, que tanto PISA como la OCDE dejan a nuestra enseñanza fatal, que la culpa es de las sucesivas reformas o de los inmigrantes, o de las autonomías, o del bilingüismo, o de los funcionarios, que son unos vagos, que falta autoridad… Sencillamente, todos estos populares tópicos no son verdad: no es eso lo que dicen los informes internacionales, que pintan un panorama bastante más optimista que esa negra caricatura que tanto ha calado en la sociedad.

No se lo van a creer, pero lo que realmente demuestran los informes de la OCDE es que somos el país del mundo donde más ha mejorado el nivel educativo de la población durante el último medio siglo, solo por detrás de Corea del Sur e Irlanda. A veces se nos olvida, pero España viene de una dictadura y de un retraso económico, social y cultural que no se arregla ni en una generación ni en dos. Después de un avance espectacular en estas últimas décadas, los alumnos españoles están hoy en la media de los países desarrollados, ni mucho mejor ni mucho peor. Es un error interpretar los datos de PISA como una clasificación deportiva. Hay tan poca distancia entre unos países y otros que el orden casi carece de importancia: es como una carrera ciclista que entra en meta agrupada y donde los alumnos españoles no van a la cola, sino en el grueso del pelotón. Como explica el sociólogo José Saturnino Martínez, «si convirtiésemos las puntuaciones de PISA en estatura, y la media de la OCDE fuese 1,80 metros, España tendría una altura de 12 milímetros menos». Es casi el margen de error. Las distancias son tan cortas que «si Castilla y León y La Rioja fueran un país, serían el cuarto europeo en PISA, solo por detrás de Finlandia, Estonia y Holanda», asegura otro especialista en educación, el sociólogo Julio Carabaña.

Por mucho que se empeñen los apocalípticos, la educación española no es un desastre, aunque tenga algunas cosas donde mejorar. El auténtico punto negro del modelo es el llamado fracaso escolar, pero no tiene nada que ver ni con los docentes ni con su autoridad ni con las autonomías. España sale mal clasificada porque medimos el abandono de los estudios con criterios distintos del resto de la OCDE, porque la ley impide a los alumnos sin título de la ESO seguir cursando estudios -algo que no sucede en casi ningún otro país- y porque en esto también se notó la burbuja inmobiliaria, que empujó fuera de clase a muchos jóvenes que ganaban en el ladrillo mucho más que el profesor. La gran lección de PISA es otra: la relación tan cercana que hay entre desigualdad económica y educación. De poco sirve mejorar la escuela si hay familias que no se pueden permitir ni el tupperware.

Ignacio Escolar en El Periódico.com

jueves, 18 de octubre de 2012

Profesores vagos, padres irresponsables, hijos antisistema


La mayoría de mis alumnos no han venido hoy a clase. Según el ministro de educación, sus padres son unos irresponsables por permitir a sus hijos que pierdan un día de clase. Pero, señor Wert, uno aprende a diario y hay lecciones que se aprenden en la calle.

Hoy es un día en el que en lugar de aprender matemáticas o música, mis alumnos van a aprender que su educación es algo tan valioso que hay que defenderlo. Un día en el que van a poner en práctica esa política del esfuerzo que tanto gusta al Partido Popular uniéndose de nuevo a la lucha por la escuela pública que se prolonga de manera intensiva desde hace ya más de un año. Un día en el que van a aprender que la escuela somos todos porque la comunidad educativa nace de la unidad de los que tenemos algo en común: el educar y en este proceso forman parte los alumnos, las familias y los profesores, pero también el resto de la sociedad. Un día sin clase en el que aprender a valorar lo que han perdido en unos meses: muchos de sus profesores despedidos, las ayudas a los libros, becas de estudios, el comedor escolar, los desdobles y las clases de apoyo, tener sustitutos para sus profesores enfermos, etc. Un día en el que reflexionar sobre la nueva ley educativa que se nos viene y que será la pedrada final al sistema. Un día en el que aprender que su futuro va a depender en buena medida de la calidad de la educación que reciban hoy. Así visto, un día dentro del aula a cambio del resto de días de su vida no parece tanto, ¿verdad, señor Wert?

Sin embargo, según palabras del ministro, los padres que hoy no han llevado a sus hijos al colegio o les han animado a quedarse en casa y no ir al instituto no cumplen con la "obligación que tienen los padres de procurar la mejor educación para sus hijos". Si unos padres que deciden que su hijo "pierda" 1 día de clase para protestar contra los recortes en la educación pública no están cumpliendo con su obligación de educar, ¿qué pasa entonces con esa administración que ha tardado 34 días en mandar un profesor de música para que dé clase a mis alumnos? ¿Es eso cumplir con su obligación de procurar la mejor educación para nuestros hijos?

Los vagos profesores apoyamos plenamente a esos padres irresponsables que han permitido que los antisistema de sus hijos no vengan hoy a clase. Los ataques a la escuela pública han llegado a tal punto de insostenibilidad que ya casi todos queremos ser sinwertgüenzas, porque no nos da vergüenza denunciar el robo que se hace a lo público y porque queremos un sistema educativo en el que no haya lugar para Werts.

Cruz Díez en El Diario.es

miércoles, 17 de octubre de 2012

18 de octubre: Huelga de estudiantes y familias y manifestación a las 18:30 en Neptuno. Por la educación, por el futuro.

El Jueves 18 de Octubre 18:30h, desde Neptuno: manifestación de familias, estudiantes, ciudadanos... por la Escuela Pública, contra los recortes en Educación y contra la ley Wert. Pásalo.






La carta de una madre al ministro de Educación



Querido ministro Wert:

Me presento, soy una de esas madres radicales extremistas y antisistema que mañana han decidido no llevar a sus hijos al colegio. Aunque usted piense que soy "contraria a la obligación que tienen los padres de procurar la mejor educación para sus hijos", es precisamente mi preocupación ante la caída en barrena del sistema educativo del que forman parte mis pequeños lo que me impulsa a secundar la huelga convocada por la peligrosísima confederación de padres CEAPA.

Antes de seguir, reconozco que soy una privilegiada porque puedo permitirme dejar a mis hijos con alguien en casa mientras trabajo. Muchos padres no tienen esa posibilidad, lo que, siguiendo el silogismo de su jefe, Rajoy, sobre la "mayoría silenciosa que no se manifiesta", significaría que todos los que lleven al colegio mañana a sus hijos están de acuerdo con los recortes -más de 5.000 millones de euros desde 2010- en un sector, el educativo, que debería estar especialmente protegido.

Pienso en familias de compañeros de David y Natalia en el colegio público de San Blas (Madrid) al que van, que no protestarán pese a haberse quedado sin becas de comedor o de libros. No se equivoque, señor Wert, no es que renuncien felizmente a ese importe en aras de un interés mayor, como es salvar a los bancos. Es que no pueden faltar a sus trabajos en la peluquería, la obra o limpiando casas. Puede que ni se hayan enterado de que se ha convocado una huelga. Pero todos se rascan el bolsillo para pagar los libros de texto, el dinero de la cooperativa para material escolar o las cada vez más escasas excursiones, que también son formativas. Puede que sea porque, después de todo, se preocupan por la educación de sus hijos.


Señor Wert, basta. Basta de tratarnos a los padres como a estúpidos con consejos como"reutilizar los libros" si no podemos pagarlos. Como si no se nos hubiera ocurrido. Como si siempre fuera posible. O con eufemismos como que "el número de alumnos por clase no aumenta, se flexibiliza". Entonces, ¿por qué no lo flexibilizamos, pero a la baja? Ah, que no pasa nada, que según los estudios de la OCDE, solo se pierde eficacia en grupos de más de 45 o 50 alumnos, o sea que tenemos todavía mucho margen de flexibilidad.

Basta de recortar en profesorado. Basta de segregar a los que se quedan rezagados.Basta de fomentar la desigualdad reduciendo becas y subiendo tasas. Si realmente le interesa mejorar la competitividad de las futuras generaciones y sacarnos del primer puesto en fracaso escolar en Europa, recuerde que los sistemas educativos más exitosos en el informe Pisa tienen en común la calidad y formación de sus profesores y la intervención temprana para que ningún niño se quede atrás.

Basta de buscar titulares y crear polémicas. Basta de desunir y provocar en vez de buscar consensos. Basta de utilizar la educación de nuestros hijos como instrumento para imponer su ideología. Haga su trabajo, procure que el sistema educativo sea el mejor posible para todos, hasta para los que le critican. No es su futuro, señor Wert, el que está en juego. Es el nuestro.

Cecilia Jan en su blog The Mamas and The Papas




ACTUALIZACIÓN: Acabo de conocer y firmar la petición de la ONG Educación sin Fronteras, recogida en Lo que hay que Wert, para que los presupuestos destinados a Educación para 2013 vuelvan, como mínimo, a los niveles de 2011.

Necesitamos más que nunca estas jornadas de movilización a nivel educativo


Esta semana está repleta de huelgas y movilizaciones en los centros educativos españoles a todos los niveles: infantil, primaria, secundaria, y universidad. El motivo de esta jornada de lucha es mostrar un amplio rechazo a los recortes aprobados por el gobierno en materia de educación. Actos que perturbarán notablemente el eventual desarrollo de la comunidad educativa y que provocarán daños en absoluto despreciables. Podríamos entonces preguntarnos, ¿está justificada esta jornada de lucha? Profundicemos en el tema para hacernos una mejor idea de su envergadura.

886,60 millones de euros. Esa es la cantidad que el Gobierno ha recortado en los Presupuestos Generales del Estado desde 2008. La cantidad presupuestada ha pasado de ostentar 2831,33 millones de euros en 2008 a sumar la triste cantidad de 1.944 millones para 2013. Es decir, la cuantía se ha reducido en un 31,31%. Para que nos hagamos una idea, esa cantidad recortada en materia de Educación es superior a la cantidad presupuestada para la partida de Cultura o a la partida de Acceso a la vivienda y fomento de la construcción. En otras palabras: el recorte en el presupuesto de Educación ha sido de una cantidad absolutamente colosal y en un período de tiempo muy corto. Algo que jamás podríamos haber imaginado hace tan solo unos pocos años.

Estos recortes están afectando a numerosas esferas de la educación pública y de muy variadas formas:

1) Reducen el número de profesores mediante el recorte en la plantilla de los centros, una reducción del profesorado interino y la congelación de las ofertas de empleo público docente.
2) Están empeorando las condiciones de trabajo del profesorado: aumento de la jornada laboral, reducciones salariales, recortes y limitaciones en otras prestaciones como las percibidas durante las bajas por enfermedad, etc.
3) Deterioran las condiciones objetivas de estudio: aumento del número de alumnos por clase, disminución de grupos, desaparición de diversos programas de ayuda y refuerzo al alumnado, reducción en gastos de mantenimiento y mejora de infraestructuras y equipamiento, etc.
4) Limitan y vulneran el derecho a estudiar a aquellos que quieran una educación superior al haber encarecido de forma importante las matrículas universitarias, haciendo que los estudiantes pasen de pagar el 15% de las mismas a pagar hasta el 25%.

Todo ello conlleva un extraordinario deterioro de la educación pública en nuestro país. Estos recortes reducen inevitablemente la calidad de la enseñanza pública: el personal docente ve empeoradas drásticamente sus condiciones de trabajo y los estudiantes terminan recibiendo una peor educación y formación. En el caso de la educación superior muchas personas verán restringido su acceso al no poder costearse sus estudios. Esto tiene dos consecuencias desastrosas:

1) La primera es que el derecho constitucional a una educación pública universal queda gravemente violado. No solo las familias con mayores rentas podrán pagar las altas tasas universitarias, sino que solo ellas podrán acudir a la enseñanza privada huyendo de los graves ataques que están sufriendo los centros públicos en materia de recursos y capacidades. Ello vulnera la igualdad de oportunidades, la superación de las desigualdades de origen, el progreso social de todos, e incluso la cohesión social y la vertebración de toda la sociedad.
2) La segunda consecuencia es que se ve perjudicada la mejor inversión posible para el futuro de nuestra sociedad. Los expertos reconocen que la inversión en educación es una de las mejores armas de los países desarrollados para lograr el progreso económico y social, especialmente en el contexto actual de la sociedad del conocimiento caracterizada por los adelantos tecnológicos. En definitiva, los recortes en educación pública atentan gravemente contra una fuente de desarrollo económico, empleo, cohesión social y progreso.

Sin embargo, y a pesar de que el gobierno justifica los recortes en educación (y el resto de recortes sociales) alegando que se ve obligado porque no existe otra alternativa, la evidencia empírica y los datos demuestran que existen otras vías para solucionar los problemas de la crisis. Si el objetivo es reducir el déficit público, hay varias maneras de conseguirlo, y no solo una:

1) En primer lugar existe la posibilidad de recaudar fondos aumentando los ingresos del Estado, y no tanto reduciendo sus gastos. Dejando de lado las posibles subidas impositivas que se le podrían implementar a las rentas más altas de la economía, el gobierno podría luchar con el desorbitado fraude fiscal que existe en nuestro país y que excede en diez puntos porcentuales la media de fraude fiscal presente en la Unión Europea de los 15. Según los técnicos de Hacienda, el 73% de esta fraude fiscal es cometido por las grandes fortunas y las grandes empresas, y alegan que, con solo reducir diez puntos el fraude fiscal, el Estado podría recaudar cada año más de 38.500 millones adicionales, una cuantía que es 43 veces superior a los recortes que se han hecho en Educación desde 2008.
2) En segundo lugar, se puede reducir el déficit público recortando en gastos que son menos importantes para nuestro bienestar económico y social. Al respecto cabe mencionar que mientras los recortes en Educación en los presupuestos generales del Estado han sido del 31,31%, los recortes en Defensa tan solo ha sido de un 29,01%. Esto, sumado a los recortes en los presupuestos de las comunidades autónomas hace que España haya recortado muchísimo más en materia de educación que en materia militar. Un movimiento absurdo que no se puede entender teniendo en cuenta que nuestro país no está en guerra ni existe el riesgo de que lo vaya a estar en un futuro. Otros gastos que podrían ser recortados antes que los de educación son los relacionados con la Iglesia Católica, con las duplicidades administrativas, la Corona, o las fuerzas de autoridad del Estado.

Siendo conscientes de que existen alternativas factibles para reducir el déficit público sin recortar en educación pública, es lógico y comprensible que surjan dudas sobre las verdaderas intenciones del gobierno español. Un gobierno cuyos dirigentes mantienen una ideología que antepone los intereses privados a los públicos, como así ha quedado demostrado en muchas ocasiones y en muchas regiones españolas, en las cuales los centros privados han proliferado a un ritmo mucho mayor que el de los públicos y donde los recursos han sido distribuidos a favor de los primeros. No sería de extrañar, por lo tanto, que el actual gobierno español estuviera sirviéndose de los problemas deficitarios para atacar a la esfera pública educativa, y por consiguiente en favor de la esfera privada.

Y todo ello a espaldas de la voluntad de los ciudadanos, como así demuestran los datos derivados del último informe realizado por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (Aeval): más del 97% de los ciudadanos está en contra de aplicar recortes en sanidad, educación o pensiones. Otro resultado interesante del estudio es que más del 50% de la población española vería con buenos ojos recortes en materia de Defensa.

Y tampoco cuela el mensaje que justifica los recortes en educación alegando que actualmente hay demasiados recursos destinados a la misma. Según el mismo estudio mencionado, el 45% de los ciudadanos españoles creen que los recursos que se dedican ahora mismo a la educación no son suficientes. Además, a tenor de los datos de la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat), hay 19 países pertenecientes a la Unión Europea que invierten más que España en educación. Por lo que obviamente se deduce que España no gasta demasiado dinero en educación pública, sino más bien todo lo contrario.

Por todo ello entendemos que hay que proteger a la educación pública de unos recortes que no son respuestas inevitables y necesarias para salir de la crisis, sino que son ataques planificados con la intención de deteriorar en lo posible la esfera pública educativa (y así beneficiar a la privada) aprovechando la difícil situación económica que atraviesa la economía española. El gobierno está acometiendo unos recortes en educación que atentan claramente contra el progreso económico y social de nuestros pueblos, en contra de la voluntad de los ciudadanos, e ignorando las posibles alternativas que existen para solucionar los problemas de déficit público. Es necesario aglutinar en un mismo frente a esa inmensa mayoría de la población que está en contra de estos recortes para sumar fuerzas y demostrar que deteriorando la inversión en educación se está condenando a nuestra sociedad a un futuro más oscuro, desigual e injusto. Toda movilización por parte de la comunidad educativa, por dolorosa y costosa que sea transitoriamente, está plenamente justificada. Y esto es algo que tenemos que tener muy claro.


Eduardo Garzón Espinosa

publicado en su blog Saque de Esquina

lunes, 15 de octubre de 2012

Desmontando mentiras en la Educación


Ante los fuertes recortes que está sufriendo la educación española, y una vez conocida la contrarreforma impulsada por el ministro José Ignacio Wert, a través del anteproyecto de ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, resulta necesario aclarar media docena de cuestiones.

1.– No es cierto que la educación sea un gasto. Lo dicen organismos internacionales como la OCDE, la UNESCO, o premios Nobel de Economía comoJames Heckman, que demuestra que por cada euro invertido por niño el rendimiento es de entre el 7% y el 10% anual a lo largo de su vida; es decir, que cada euro invertido en la educación inicial revierte en ocho dólares del producto social en las etapas posteriores, una rentabilidad mucho más elevada que la de los fondos de inversión, dice el propio Heckman irónicamente.

Es decir, es una de las mejores inversiones que puede hacer un país desde el punto de vista económico, porque todo lo que se invierta en prevención se ahorrará posteriormente en reinserción. Además tiene resultados positivos desde el punto de vista cultural, social y político, porque ayuda a crear sociedades más cohesionadas y con una mayor calidad de la democracia.

2.– No es cierto que mejoren los resultados con menor inversión. En el colmo de la desfachatez, el ministro de Educación peor valorado en la historia de este país se atreve a decir que no hace falta gastar más en educación, que con menos recursos pueden mejorar los resultados. Cuando llevamos una desinversión de 6.000 millones de euros desde 2010 y se calcula que podemos llegar a una reducción total de 10.000 millones de euros hasta 2015, nadie que tenga un mínimo de rigor y seriedad puede afirmar que no va a aumentar el fracaso escolar y el abandono escolar temprano. El ejemplo de Finlandia está ahí: mayor inversión y mayor reconocimiento al profesorado, igual a mejores resultados. Y estos resultados son posibles porque ese país invierte en educación más de un punto porcentual del PIB que España, más otras aportaciones indirectas en forma de programas de atención a la familia y la infancia, gratuidad en material escolar y comedores, y un sistema público y gratuito en todos los niveles, incluida la educación superior.

3.– No es cierto que la educación deba ser más productiva y más competitiva. El mercado no debe ser el que oriente la educación. Es un error someter los centros educativos a la competitividad, estableciendo pruebas externas para ofrecer una clasificación de colegios según sus resultados, con el fin de que los “clientes” puedan comparar y elegir aquél que más ventajas competitivas les aporte. En este mercado competitivo las escuelas se hacen más selectivas, rechazando al alumnado que presente mayores dificultades y que pueda hacer descender sus resultados y su posición en el ranking. Se facilita la creación de guetos escolares.

Esa concepción lleva aparejada la denominada “Nueva Gestión”, es decir, gestionar los centros públicos según las recetas de la empresa privada, mediante una mayor autonomía financiera que requiera de fuentes de financiación privadas ante la insuficiencia de la pública; la especialización de los centros para ofrecer una oferta competitiva a la clientela; la elección a dedo de los directores por la administración para “profesionalizarles”, como especialistas en gestión empresarial y sin criterios pedagógicos; y la reducción de la participación de la comunidad educativa, eliminando la capacidad de decisión de los consejos escolares en cuestiones trascendentes.

Todo ello pone en peligro la mejora de la gestión al reducir la participación de los claustros de profesores, de las familias y del alumnado, y puede suponer un menor compromiso con la educación pública de los principales protagonistas de ésta. Por no hablar del retroceso democrático por la gestión burocratizada. O del atentado contra preceptos constitucionales como el acceso a la función pública “desde la igualdad, el mérito y la capacidad”, como demuestra el caso de la contratación ilegal y de nativos anglosajones en Madrid.

4.– No es cierto que las reválidas y una segregación temprana del alumnado mejore la calidad. Concebir la educación como una carrera de obstáculos conseguirá aumentar el fracaso y el abandono escolar, aumentará la segregación clasista y reducirá la igualdad de oportunidades para el alumnado de origen humilde, porque lo único que persigue es formar mano de obra barata para un mercado de trabajo precario y en rotación.

Es un disparate equiparar pobreza con poca capacidad para el estudio en el alumnado que tenga una situación socioeconómica desfavorable. Elimina progresivamente la comprensividad y la igualdad de oportunidades durante la etapa obligatoria en educación. Segregar desde los 13 y 15 años, según los programas, es negar la capacidad de cambio en los jóvenes.

5.– No es cierto que los contenidos deban centrarse en “lo esencial”. Reducir el número de asignaturas y centrar la carga lectiva en unos contenidos mínimos y elementales, lo que en la terminología neoconservadora se llama “volver a lo básico”, empobrece el currículo y la educación. Es lo que Berlusconi resumió con el lema de las tres “ies”: “Inglese, Internet, Impresa” (traducido en España, este último, por “espíritu emprendedor”) y que en España supondría reducir el peso de las enseñanzas de humanidades y artísticas.

Es una decisión clasista dedicar así el período de educación obligatoria a preparar mano de obra barata y flexible, dotada con unos conocimientos instrumentales básicos para acceder a un mercado laboral degradado.

6.– No es cierto que con los recortes aplicados y la contrarreforma prevista la escuela sea de todos y para todos. Muy al contrario: refuerzan la privatización, la segregación y el desmantelamiento de la escuela pública. No estamos ante la construcción de la escuela del futuro, sino ante la vuelta a la peor escuela del pasado. El retorno a la escuela de pobres y a la universidad para ricos del franquismo, como nos descuidemos.

Ante estos ataques a la educación como bien público, además de aumentar la inversión, hay que reivindicar un modelo inclusivo que reconozca el derecho a aprender con éxito escolar de todo el alumnado; impulsando cambios curriculares, metodológicos y organizativos para ofrecer mejores respuestas a la diversidad, con especial atención a quienes tienen más dificultades. Una escuela para aprender cooperando, como una apuesta crucial en la forma de vida democrática, no sólo como una estrategia específica para mejorar el rendimiento académico, sino como parte de una concepción vital y relacional. Una Universidad científica, crítica y autónoma. En resumen, una escuela de todos para una sociedad de todos, más justa y más democrática.

Agustín Moreno, profesor de Secundaria en Vallecas

publicado en Cuarto Poder

domingo, 14 de octubre de 2012

Huelga de estudiantes en centros de secundaria los días 16, 17 y 18 de octubre.


El Sindicato de Estudiantes ha convocado 72 horas de huelga en centros de Secundaria la próxima semana, concretamente, los días 16, 17 y 18 de octubre. La última de estas jornadas estará respaldada por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), de manera que será la primera huelga de este colectivo que se ha celebrado en España.

Además, el lunes está previsto la constitución de asambleas en centros de estudio, con apoyo de los docentes, y la formación de 'comités de lucha'. Mientras, el viernes 19 de octubre se llevarán a cabo 'asambleas de balance' en los centros educativos con el objetivo de valorar las movilizaciones y decidir sobre futuras acciones.

El secretario general del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, ha afirmado que están previstas más de 40 manifestaciones diarias en todo el país tanto para el miércoles 17 de octubre por la mañana --a las 12 horas-- como para la tarde del jueves 18 --a las 18.30 horas--. El recorrido de la primera marcha en Madrid irá desde Atocha a la Puerta del Sol y en la segunda, desde la Plaza de Neptuno al Ministerio de Educación en la tarde del jueves.

Delgado ha insistido en que el Gobierno del PP "ha conseguido en solo nueve meses hacer retroceder varias décadas la educación en España" y le ha acusado del "desmantelamiento del sector público". "Estamos hartos de que digan que no hay dinero para educación mientras vemos que sí tienen fondos para otras partidas", ha dicho.

Alumnos y familias inician este lunes la semana de lucha en defensa de la educación pública



Alumnos y familias inician este lunes la denominada "semana de lucha" en defensa de la educación pública, durante la que tendrán lugar diversas manifestaciones y asambleas por toda España, así como tres días de huelga general en los centros educativos.

Estas huelgas de estudiantes en todos los centros educativos tendrán especial relevancia el jueves 18, ya que la convocante, por primera vez en su historia, es la CEAPA, que ha pedido que ese día los padres no lleven a sus hijos a los centros. El Sindicato de Estudiantes y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) son las organizaciones convocantes de unas actuaciones que comenzarán este lunes con asambleas en los institutos para debatir las reivindicaciones y organizar las huelgas generales del martes, miércoles y jueves.

Piden la dimisión de Wert

La pasada semana, el portavoz de la CEAPA, José Luis Pazos, calificó en rueda de prensa dicha huelga de "paso histórico" y resumió las peticiones de los padres y madres de alumnos en el "inmediato cese" del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y de su equipo, la retirada de la futura Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y de los recortes.

La Plataforma Estatal en Defensa de la Escuela Pública ha anunciado a través de un comunicado su apoyo a la semana de lucha porque considera que en apenas nueve meses el PP ha reducido los Presupuestos Generales para la educación pública en 2012 y 2013 en un 21 y 14%, respectivamente.

Se trata de "un dato alarmante", según esta Plataforma, que se está concretando en este curso con el despido de cerca de 50.000 docentes en toda España, la extinción de becas de comedor y libros, la masificación de las aulas, la creación de nuevas matrículas para Formación Profesional e incrementos en las tasas universitarias.
Marchas el miércoles y jueves

Respecto a las manifestaciones convocadas para el miércoles —a las 12 horas— y jueves —a las 18.30— en toda España, la CEAPA y el sindicato de estudiantes han pedido "la solidaridad de toda la sociedad".

En Madrid, la manifestación del miércoles partirá de la Glorieta de Atocha y terminará en la Puerta del Sol, mientras que la del jueves, comenzará en la Plaza de Neptuno y llegará hasta el Ministerio de Educación en la calle de Alcalá.

Por último, el viernes se realizarán asambleas de balance de la "semana de lucha" para decidir siguientes acciones.

sábado, 13 de octubre de 2012

Las asociaciones de padres y madres de alumnos y el Sindicato de Estudiantes convocan HUELGA el día 18 de Octubre



La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) ha anunciado la convocatoria de una huelga general de estudiantes y familias, para el día 18 de octubre, en todos los centros educativos, en protesta por la "gravísima situación" en que se encuentra la educación española.
Así lo ha informado el portavoz de la Plataforma Estatal por la Enseñanza Pública y de CEAPA, José Luis Pazos, quien, junto al secretario general del sindicato de estudiantes, Tohil Delgado, han explicado que la huelga del próximo jueves forma parte de la "semana de lucha" conjunta del alumnado y las familias, en defensa de la escuela publica.

"Es la primera vez que padres y madres convocan una huelga de estas características, es un paso histórico", ha asegurado Pazos, quien ha pedido que ese día las familias no lleven a sus hijos a los centros educativos, aunque no se ha solicitado a los docentes que se sumen a la misma.

Pazos y Delgado han pedido el "inmediato cese" del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su equipo, la retirada de la reforma educativa y de los recortes que están intentado, en su opinión, "desmantelar la educación pública" y de volver a la educación de la década de los 60 y 70, "cuando se daba una educación elitista".
La denominada "semana de lucha" comenzará el próximo lunes con asambleas de familias y estudiantes.


Más información: Los padres convocan por primera vez una huelga de estudiantes el 18 de octubre

domingo, 7 de octubre de 2012

Comunicado de ADIMAD sobre el inicio de curso 2012-13


La Junta Directiva de la Asociación de Directores de Instituto de Madrid, reunida en el día de hoy, para analizar el principio del presente curso, constata con enorme preocupación e indignación que se han cumplido las peores previsiones en lo relativo a la organización de los centros y a la calidad del servicio público educativo:

1º.- La nueva disminución del cupo ordinario de profesores asignado a los centros ha supuesto una importante reducción de recursos imprescindibles para la necesaria atención a “todo” el alumnado.

2º.- La disminución del número de profesores dedicado al Programa de Compensatoria limita de manera considerable las posibilidades de atender específicamente al alumnado que lo necesita.

3º.- Las fechas de inicio del curso, como ya señalábamos en junio al conocer el borrador han sido, simplemente, una quimera. A pesar de los ímprobos esfuerzos realizados en los centros para empezar en la fecha señalada, a fecha de hoy aún hay profesores que no se han incorporado a los centros al no haber sido nombrados por la Consejería.

4º.- La fecha para la adjudicación de las plazas de profesorado vacante se ha retrasado este año al 6 de septiembre. Este proceso, que es sin duda complejo y afecta a un gran número de profesores, se había conseguido en años anteriores finalizarlo en julio. Así, más del 90% del profesorado podía incorporarse a sus destinos a primeros de septiembre, y aunque siempre había que efectuar reajustes por aparición de nuevas plazas, el resultado no era ni de lejos comparable al desbarajuste de este curso. Todo esto, que la Consejería debería saber, fue objeto de innumerables reuniones de trabajo en las que todos intentamos que el proceso, que ahora se ha eliminado de un plumazo, resultase lo mejor posible.

5º.- Las órdenes recibidas por el Servicio de Inspección Educativa para la supervisión de los horarios provisionales del profesorado en formato SICE, indican el desconocimiento que tiene, quien las ha dado, del funcionamiento de este sistema. Deberían de saber nuestras autoridades que, para la correcta exportación del horario a SICE, deben darse algunos requisitos, entre ellos que el Instituto cuente con todo el profesorado asignado.

6º.- En el ámbito de la Formación Profesional señalamos:
El número cada vez mayor de alumnos que no obtienen plaza en los Ciclos Formativos porque la oferta de estas está estancada desde hace varios cursos y resulta insuficiente para atender el aumento de solicitudes.
La implantación de determinados nuevos ciclos (LOE) se ha hecho sin haberse publicado los currículos, y sin la dotación económica para el correspondiente equipamiento.
A finales de septiembre, con el curso ya empezado, la Consejería ha convocado a determinados Institutos para comunicarles su decisión de implantar un “modelo experimental” en la FP de grado medio. Este cambio afectaría a los ciclos de Mecanizado, Carrocería y Farmacia, y daría cumplimiento a la Resolución de la Viceconsejería de Empleo, publicada en el mes de agosto de este año, por la que se autorizan a partir del curso 2012-2013 determinados ciclos de FP de grado medio para su desarrollo experimental con ampliación de la FCT.

Este modelo experimental trata de sustituir los actuales ciclos LOE de 2 años de duración, por un plan de estudios de 1 año en el centro y 1 año en la empresa. No deja de causar estupor:
Que se cambie un plan de estudios de la noche a la mañana apoyándose en una Resolución de la Viceconsejería de empleo.
Que ni los centros, ni el alumnado, ni sus familias hayan sido informados de dicho cambio.
Que de una forma improvisada se modifiquen los horarios y la organización del curso.

Estos serían tres ejemplos de la planificación que realiza la Consejería.

7º.- Resulta alarmante que a los recortes realizados el curso pasado haya que añadir otros que continúan incidiendo en la calidad del servicio que se presta al alumnado:
El aumento generalizado de las ratios, en contra de lo que inicialmente se anunció dadas las características físicas de los centros, ha hecho que en determinadas aulas sea físicamente imposible moverse en ellas.
La supresión de las becas de libros, que va a dejar a muchos alumnos sin la posibilidad de adquirir los libros de texto.

8º.- Son preocupantes determinadas actuaciones y actitudes a la hora de proveer el puesto de director con carácter extraordinario. La profesionalización de la función directiva, que propugnamos como asociación de directores, es absolutamente contraria a este tipo de proceder, que además pone en entredicho, entre otros, a las Comunidades educativas de los centros y al propio Servicio de Inspección Educativa.

Ya señalábamos en junio que las organizaciones inteligentes son las que aprenden de sus errores. Parece difícil incluir a la Consejería de Educación entre ellas: sus errores no sólo se repiten sino que se hacen mayores, y en su afán por cambiarlo todo se dan pasos atrás en procesos ya muy consolidados.
La correcta gestión de lo público no es un capricho, sino una obligación de quienes estamos al servicio de los ciudadanos.

Madrid, 4 de octubre de 2012