lunes, 4 de junio de 2012

Gracias, "compañero"

Había empezado este curso con un poema sobre los problemas suscitados por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en la enseñanza. Hoy, el curso empieza a dar boqueadas y los problemas se irán agravando y enquistando, por lo que las palabras de este, llamémosle así, otro poema llevan otra música y otro espíritu, aunque parecida urgencia.


No hemos sabido, no hemos podido, no hemos querido hacer todo lo posible. Escoja quien lea lo que prefiera; pero no olvide que se peca por acción y por omisión. No olvide, tampoco, que quizá no basten los saraos, las proclamas y otras limosnas. No bastan unos pocos gestos para defender una idea ni un derecho.


Añado, mientras escribo, que ya me está escociendo el mismo hecho de escribir. Y añado, para que no se me malinterprete, que soy funcionario de carrera.


Hay quien jalea a la comadre 
y al compadre torero por orejas y rabo 
que han cortado a los interinos. 
Se salvan los bilingües, 
que llaman wine al vino. 


Mas no acaba ahí la faena: 
expectativos cubrirán suplencias, 
y las matemáticas del ajuste
pueden ser tan perfectas 
que el número de desplazados 
recuerde que todo es efímero. 


Tú bailarás al compás, 
vestido o no de verde,
de quien se mea en el calzón, 
de quien piensa que cinco 
o más víctimas, carne de cañón,
no ofenden su profesionalidad. 


Te mandaría a tomar viento 
a ti que dijiste que no podías, 
a ti que dices que no puedes. 
Pero, aguardando a que te den 
donde más parece dolerte, 
te doy las gracias, "compañero".


Por Juan Carlos López


Publicado en su blog Hasta el Borde

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