lunes, 9 de septiembre de 2013

Ignacio González y Lucía Figar volvieron de Buenos Aires en el avión privado de Florentino Pérez


  • Los presidentes de la Comunidad de Madrid y del Real Madrid viajaron juntos en el jet de Florentino Pérez, propietario de la constructora ACS
  • También iba a bordo la consejera de Educación, Lucía Figar, responsable de la adjudicación de decenas de guarderías y servicios públicos a empresas del grupo empresarial de Pérez 

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, no volvió a España con el resto de la comitiva olímpica de Madrid 2020 trasladada a Buenos Aires. González voló antes, apenas minutos después de la derrota y la rueda de prensa, en el avión privado del presidente de Grupo ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que también se desplazó a Argentina. Según ha podido saber eldiario.es, a bordo iba también la consejera de Educación, Juventud y Deportes, Lucía Figar.

Florentino Pérez era una de las personas más interesadas en que el gran evento deportivo se celebrara en Madrid, no tanto por su calidad del presidente de club de fútbol sino por su actividad económica principal, la de constructor. Según varios analistas han publicado en los últimos meses, ACS sería una de las compañías que habrían resultado más beneficiadas del aumento de gasto público en infraestructuras, como lo ha sido a lo largo de una década de construcción de instalaciones deportivas de cara a la candidatura. "Recomendamos tomar posiciones en FCC y ACS en las jornadas previas a la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI)", decían los analistas de Bolsa de Bankinter hace unas semanas.

Sin embargo, la relación de Florentino Pérez con las administraciones madrileñas no termina en la construcción de instalaciones sino que se ha extendido hacia casi cualquier servicio que ocurra dentro de ellos : el Grupo ACS tiene varias empresas que intentan diversificar el negocio de un grupo que necesita reducir su dependencia del ladrillo. Esa estrategia incluye hacer negocio con la educación pública. Una de estas filiales, Clece, gestiona decenas de guarderías públicas por la adjudicación de la Comunidad de Madrid, concretamente por parte de la consejería de otra de las pasajeras del jet privado de Pérez en la vuelta de Argentina, Lucía Figar.

Clece tiene contratos adjudicados por parte de administraciones andaluzas, castellanoleonesas o valencianas. Se encarga de la limpieza de muchísimos edificios públicos, diseña instalaciones de energía, previene incendios forestales, tiene comedores y máquinas expendedoras y sirve comida en los hospitales. Su lista de clientes es interminable e importantísima. Por ejemplo:
Mantiene, descarga equipajes y da servicio en las salas VIP de los aeropuestos de AENA, donde también presta servicio a decenas de aerolíneas nacionales e internacionales.
Limpia las instalaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional en toda España; de universidades como la Pablo de Olavide de Sevilla; y da servicios en hospitales de Andalucía, Valencia, Canarias, Galicia...
Se hace cargo de toda la gestión del Auditorio de San Lorenzo del Escorial, del Teatro Albéniz y del Teatro del Canal de Madrid, bajo la dirección de Albert Boadella, siendo incluso responsable de "la programación de espectáculos" hasta 2014.
Gestiona parte de los servicios de dependencia concedidos por la Junta de Andalucía a personas mayores, como por ejemplo la contratación y distribución del personal de atención.

De hecho, el departamento que más ha crecido en esta filial del grupo ACS, según sus propias cifras, es la “división de Servicios Sociales”, donde se encuadran los centros educativos y la atención a personas mayores, adjudicados por ayuntamientos y comunidades autónomas. De 2003 a 2009, este sector de Clece multiplicó por diez su facturación pasando de 19 millones de euros a 192.

Sin mucho éxito, colectivos y cooperativas de profesionales llevan años protestando ante sus administraciones (ayuntamientos, comunidades autónomas, diputaciones) porque consideran que empresas como Clece, y otras como Eulen, se están llevando la gestión de servicios públicos esenciales con la fórmula de abaratar costes, reducir la calidad y ser la oferta más barata, además de abusar de su capacidad para dirigirse directamente al poder. Esto hace que pequeñas asociaciones o grupos profesionales, como de educadores o de asistentes sociales, se estén quedando fuera de la gestión especializada. Muchos de estos profesionales son de nuevo contratados por los nuevos gerentes del servicio, aunque en condiciones más precarias.

Florentino Pérez ha presidido el palco del Bernabéu, una de las herramientas de relaciones públicas más importantes de España, desde 2000 a 2006 y de 2009 a la actualidad.

Publicado en El Diario.es

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