Reflexiones de un profesor interino que se va a la calle por los recortes.
El sábado esto será una realidad. No sabéis la tristeza que da haber estado 6 años de tu vida sacrificándote, luchando, al ser hijo de familia humilde por conseguir llegar a tu profesión vocacional. Trabajando cuarenta horas al mismo tiempo que sacaba la carrera de Historia, rechazando invitaciones algunas veces de salir de fiesta sábados y domingo para aprovechar para estudiar. El dinero gastado.
Y ahora tener la sensación de que todo ese esfuerzo ha sido en vano. Haber hecho dos oposiciones aprobadas con nota y estar a punto de aprobar con plaza. Y saber que el lunes quien sabe lo que pasará.
De lo único que no me arrepiento es del trabajo que he realizado como docente estos cuatro años, de los valores que he enseñado, de haber enseñando conocimientos pero también a que mis alumnos fueran críticos y capaces de elegir libremente sus ideas y destinos. A ser hombres y mujeres libres y con una mentalidad abierta.
Hasta siempre, trabajo de docente. Quién sabe si nos volveremos a encontrar. No será por no haber luchado con uñas y dientes por el mantenimiento del empleo y por la Educación Pública. La pena es que muchos docentes solo miren por su culo. Si fuéramos como otros colectivos de trabajadores otro gallo cantaría.
Gracias a todos esos compañeros y compañeras que han estado conmigo en la lucha que hemos llevado desde hace mucho tiempo, porque no solo era la lucha por el empleo. Era la lucha por la defensa de la Educación Pública, fundamental para garantizar la igualdad, en la medida de las posibilidades que a veces se nos han negado.
Gracias a esos padres comprometidos que nos han apoyado, porque comprendían que el problema que tenemos ahora miles de docentes será un problemón cuando comience el curso y saben que sus hijos sufrirán las consecuencias.
El sábado dejaré de ser profesor, trabajador de la Enseñanza Pública, pero defenderé como siempre a la Enseñanza Pública, porque no nos pueden quitar uno de los derechos que nos costó sangre sudor y lágrimas en el pasado conseguir. Porque es la única manera de que los hijos del obrero no sean obreros a las órdenes de los hijos del empresario o cacique. Que pena que muchos no hayan aprendido esa lección de Historia reciente.
Dedicado con cariño y agradecimiento a todos los profesores interinos que mañana, 30 de junio, dejan la enseñanza para pasar a engrosar, injusta y cruelmente, las listas del paro.
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