Catedrático de Derecho del Trabajo. Natural de Bicorp, López Gandia sobresalió como el alumno más brillante de su promoción en el IES Josep de Ribera. Anteayer volvió a este instituto de Xàtiva para hablar sobre los efectos de la nueva reforma laboral con alumnos de bachillerato.
¿Cuándo comenzará a crearse empleo en España?
Sólo en 2012 se producirán 650.000 despidos, de los cuales 150.000 serán consecuencia directa de la última reforma laboral aprobada por el Gobierno, de la que no se espera que cree empleo ni a corto ni a medio plazo.
El Gobierno dice que a medio plazo sí que se verá una mejora.
Para ello harían falta políticas públicas de apoyo al trabajo y un crecimiento superior al 2,5% en el PIB. De momento, en los próximos años no se proyecta ni una cosa ni la otra.
¿Quiere decir que no saldremos de la crisis hasta...?
Yo calculo que nos quedan aún entre 8 y 10 años de coyuntura económica negativa, al menos, si no cambia la política del Gobierno para luchar contra el paro.
¿Por qué tanta insistencia entonces con la reforma laboral si no solventa el principal problema de la economía española?
Esta reforma está diseñada a la medida de la patronal, que la venía pidiendo desde hacía años. La medida nos acerca al modelo anglosajón y tiene como objetivo potenciar el trabajo precario y temporal, además de abaratar el coste del despido. En definitiva, aumentará la inseguridad en los trabajadores fijos, a quienes la empresa puede ahora despedir sin dar explicaciones.
El Gobierno lo llama «flexiseguridad»...
Esta reforma laboral sería positiva en un escenario en el que nuestra economía estuviera saliendo de la crisis, de modo que, cuando un trabajador perdiera su empleo pudiera encontrar otro fácilmente. Aquí la «flexiseguridad» sigue siendo un mito.
Los gobiernos europeos parecen más centrados en la contención del déficit público.
Los ciudadanos estamos siendo víctimas de un doble saqueo: las entidades financieras, causantes de la crisis, nos pasan la factura de sus errores. Han convertido su endeudamiento privado en público. Los bancos alemanes y franceses nos imponen recortes bruscos, porque quieren que devolvamos la deuda en muy poco tiempo, con lo que el sacrificio es mucho mayor.
Pero parece que no hay alternativas a los recortes. O eso, o el abismo de la quiebra...
La Unión Europea está utilizando la estrategia del miedo y pone a Grecia como ejemplo de lo que nadie quiere. Los recortes obedecen a esa exigencia de ofrecer algo para contentar a los mercados. Amenazan con la intervención; es un juego que utilizan para asustarnos y obligarnos a cumplir con sus deberes. Pero lo cierto es que España no puede ser intervenida: somos la cuarta economía europea; las consecuencias serían demasiado grandes.
El neoliberalismo no tiene rival. ¿Qué alternativas quedan?
Hay que cambiar de modelo. Recuperar los valores clásicos de la socialdemocracia y que con tanto éxito se están aplicando en los países nórdicos. La gente aceptaría los ajustes si viera la luz al final del túnel, pero no es así. Las manifestaciones multitudinarias del 29M demuestran el descontento creciente que en la ciudadanía producen los recortes, que ya comienzan a desgastar al gobierno del PP.
¿En qué papel deja la reforma laboral a los sindicatos?
Se pretende segar la hierba para quebrar el contrapoder que hasta ahora ejercían.
¿Qué propone para salir de esta interminable crisis?
El Banco Central Europeo debería de ejercer un papel similar al de la Reserva Federal en Estados Unidos. El dinero para paliar la deuda tendría que proceder de Europa. Bruselas debería alargar los tiempos del ajuste para que no implicaran recortes tan drásticos y, al mismo tiempo, deberían de promoverse políticas de gasto público y de potenciación del empleo, ahora inexistentes.
Publicado en Levante-emv.com
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